POR ABIGAIL LAZKOZ
Manolo Vargas: Malagueña de Enrique el Mellizo
Enrique El Mellizo es el artista que más cantes ha dejado atribuidos a su, por todos referida, prodigiosa capacidad creativa. Además, fue un intérprete especialmente dotado, que gozó de un prestigio indiscutible en su época, en la que compartió su arte con lo más espléndido de la última etapa de la llamada Edad de Oro del Flamenco, y transmitió su arte a una nueva generación en la que comenzaban a destacar las figuras de Antonio Chacón y Manuel Torre.
Traemos aquí diferente material disponible en la red sobre El Mellizo. Para empezar, estos apuntes biográficos que se encuentran en la página de la
Peña Gaditana Flamenca "Enrique El Mellizo"
<<El cantaor Enrique El Mellizo, nombre artístico de Antonio Enrique Jiménez Fernández, de origen familiar. Nació en Cádiz el 1 de diciembre de 1848, donde falleció el 30 de mayo de 1906. Padre de Antonio El Mellizo, El Morcilla y Carlota. Alternó su dedicación al cante con su oficio de matarife y sus intervenciones como puntillero en las plazas de toros, especialmente a las órdenes del matador Manuel Hermosilla, su amigo íntimo, y con anterioridad actuó como banderillero en las cuadrillas de El Lavi y El Marinero.
Imagen de Cádiz, con la Plaza de Toros
Fue el descubridor de don Antonio Chacón, al escucharle en una fiesta celebrada en Jerez de la Frontera, en 1886, con motivo del triunfo de Hermosilla en una corrida, recomendándole para cantar con él en la famosa Velada de los Ángeles de Cádiz. Chacón, que nunca olvidaría su gentileza, organizó, en 1894, un festival en el Teatro Eslava gaditano, para recaudar fondos con destino a librar del servicio militar a un hijo de El Mellizo, quien con tal ocasión cantó la siguiente siguiriya: "Mira la vergüenza / que me has hecho pasar / de andar pidiendo limosna de puerta en puerta / por tu libertad". Siguiriya que al decir de Aurelio de Cádiz a José Blas Vega, la recreó en una de Triana.
Considerado uno de los cantaores más creadores de su tiempo, especialmente por su personalísima y original malagueña, también se le atribuye la creación del cante por tientos, sobre la base de los cantes de El Marruro. En realidad fue un intérprete muy completo, cuya trayectoria artística se desarrolló principalmente en las reuniones y fiestas íntimas, aunque esporádicamente actuó en los cafés cantantes gaditanos La Jardinera, El Perejil y La Filipina. El retrato que de él se conoce, lo divulgó Augusto Butler, a quien se lo cedió el cantaor jerezano Juan Jambre. Ha sido Fernando Quiñones, el flamencólogo que más ampliamente se ha ocupado de la vida y el cante de El Mellizo, por lo que transcribimos seguidamente algunos de sus párrafos sobre el genial cantaor de Cádiz: "Su rareza es tamaña hasta en el plano de la estimación, ya que, aparte de no verse discutido ayer ni escatimado hoy por nadie, desde que empezó a cantar y pese a mostrarse a veces desigual o irregular de racha, y a no tratarse de un lucido profesional viajero, sino de un confinado trabajador del matadero gaditano, El Mellizo disfrutó en vida de un prestigio general entre toda la afición y los artistas de la Andalucía y la España de su tiempo. Su fama se extendió, en una época sin discos y sin medios de difusión, allí donde se cantase o se hablase de flamenco, sin disentimiento ni discusiones: tal vez porque tampoco pueden discutirse las manifestaciones y los fenómenos naturales; hay que aceptar el trueno, la primavera, o el golpe de mar, y algo de sordo trueno huraño, de primavera delicada y de empuje de ola marina hubo, y perdura, en el estilo y los estilos de Enrique El Mellizo, algo violento y tierno, claro y misterioso a un tiempo, distinto y grande, cuya casi imposible combinación hizo posible su genio...
Catedral de Cádiz
Dueño de un físico insignificante, más bien ingrato, según puede apreciarse en su foto de extraño sombrero y corbata, tristón y romántico por naturaleza, de un atributo y otro deberían nutrirse las aguas vivas de su arte. Es bien conocida, por ejemplo, la historia de su frustración en ciertos enconados amores, frustración que dio origen a la fantástica malagueña doble, en la que los musicólogos han indagado incluso raros prefacios religiosos, arreglados a lo flamenco por el talento del Mellizo durante solitarios, desalentados y amargos vagabundeos por tabernas y templos de su ciudad natal... Débense al Mellizo, aparte de una clara influencia sobre muchas de las figuras que le siguieron y de una indiscernible colección de expresivas letras, la creación de los tientos y de la ya aludida malagueña doble, una de alegrías sobre tema de jota - con transformaciones totalmente nuevas- y la de, al menos, tres imborrables estilos de soleares y dos de siguiriya...".
Otro flamencólogo que se ha ocupado de El Mellizo y sus cantes ha sido Ricardo Molina: "Los buenos cantaores, cuando hablan ex cátedra de Enrique Jiménez conocido por el mote de Enrique El Mellizo, dicen casi indefectiblemente que era un gran músico. Esto, en lenguaje artístico flamenco, se traduce por cantaor dotado de inventiva y de capacidad de adaptación. Sin embargo, definir a Enrique El Mellizo por su virtud musical no es suficiente... Enrique El Mellizo respondió con más genialidad que nadie (y con más originalidad también) al tipo de cantaor enciclopedista o general. Pero con el mérito de dominar cada cante en particular con la profundidad de un especialista y la personalidad inconfundible de un creador. Siguiriyas, soleares, malagueñas y tangos fueron sus cantes predilectos y en todos ellos dejó la impronta de su genio".
En 1970, la Semana Cultural Gaditana Alcances le dedicó un homenaje, consistente en el descubrimiento de una lápida en la casa donde vivió y una sesión de cante en la Escuela Náutica, con la participación de José Menese, acompañado a la guitarra por El Niño de los Rizos, y la presencia de Aurelio de Cádiz y Pericón de Cádiz>>
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A continuación, referente a la gran aportación que Enrique El Mellizo hace al flamenco y la evolución del cante y sus formas, parece oportuno adjuntar lo que dice Antonio Barberán Reviriego en su libro "Enrique Jimenez El Mellizo, Vida y Obra de un Compositor Jondo", Cádiz, Mayo de 2006. El texto completo lo podéis encontrar en este
ENLACE, con abundante información sobre su vida, su carácter, su trayectoria artística y el Cádiz y mundo flamenco de su época. Utilizaremos la parte final de dicho documento para estructura la exposición sobre los principales cantes de El Mellizo, ilustrada con los audios referidos en el texto.
LEGADO CANTAOR Y ESCUELA :
<<Que Enrique El Mellizo fue un cantaor general y prodigioso, nadie lo
pone en duda, pero es en la faceta de verdadero “compositor” jondo en donde
más sobresalió, pues sus composiciones fueron de una musicalidad innata y
sublime, en la que dejó grabado una profunda huella de su personalidad.
También hay que destacar que sería casi imposible encontrar un festival o
recital flamenco en donde no se cante alguna de sus bellas composiciones. Es
por ello, que Enrique ha sido el “creador” más interpretado de todo los tiempos.
Sin querer hacer un estudio en profundidad de su legado cantaor, he de
citar sus siguientes creaciones;
Las Malagueñas doble y chica, tres estilos de soleares, dos de
siguiriyas, los tientos que aún en su tiempo se siguieron llamando tangos, la
montañesa flamenca, un estilo de Alegrías y muy posiblemente la saeta
flamenca.
En cuanto a las más antiguas grabaciones de sus creaciones y por ende
los primeros inicios de su escuela cantaora, la cual ha permitido que sus estilos
perduren en el tiempo, han de citarse entre otras, las siguientes:
Malagueñas:
El Niño de la Isla (1.910) “Gastas bromas con todo el
mundo” con Ramón Montoya a la guitarra, Garrido de Jerez (1907) “Como
moro soy más moro” con Román a la guitarra y a Aurelio Sellé (1929) “En el
carrito de la pena” también con Ramón Montoya.
El Niño de la Isla
Niño de la Isla
Garrido de Jerez
Garrido de Jerez en una de sus actuaciones (
enlace con información)
Aurelio Sellé
Aurelio Sellé
En una recopilación de cilindros de cera editada por el Centro Andaluz
de Flamenco en dos compactos y titulada “Primeras grabaciones del
flamenco”, existe, según me indica mi amigo e investigador flamenco José
Manuel Martín Barbadillo, una malagueña interpretada por Rafael Rico
Expósito “Rafael el Moreno”, nacido en Jerez en 1867, que muy posiblemente
sea, la primera grabación existente de la malagueña del Mellizo, toda vez que
guarda directa relación con las citadas anteriormente e interpretadas por
Garrido de Jerez y El Niño de la Isla.
Rafael el Moreno
Según Blas Vega la Malagueña chica nació en 1903 (cuando Enrique
tenía 55 años de edad) en el Puerto de Santa María y en el transcurso de una
fiesta en que cantaban El Mellizo y Chacón, en un momento que a Enrique, ya
mayor, le fallaron las facultades.
Es decir antes lo que hacía Enrique era la Malagueña Mellicera –pura y
dura- que pasa a denominarse doble desde el punto y hora en que no pudiendo
con este cante, por motivos de salud y edad, lo recrea en lo que ha venido a
llamarse Malagueña chica. Que por otra parte, siguiendo los gustos privativos
de cada uno, a mí me parece la más flamenca de las dos.
Con objeto de diferenciar claramente la Malagueña Doble de la Chica,
cito a continuación las siguientes grabaciones;
Malagueña Chica: Aurelio Sellé “En contra de mi torrente” (1959) con Melchor
de Marchena.
Pericón de Cádiz y Aurelio Sellé en un homenaje a Enrique El Mellizo
Malagueña Doble: Pericón de Cádiz “Por lo mucho que te quiero” (1971) con
Félix de Utrera
Sentados, de frente, Pericón de Cádiz y Aurelio Sellé
Hay quien atribuye un tercer estilo al Mellizo, al cual denominan “media”
por encontrarse a caballo entre la Doble y la Chica, sin embargo es opinión
personal del que suscribe que la citada no es malagueña del mellizo -
propiamente dicha-, por cuanto no se ajusta a los cánones establecidos por su
creador.
Tientos:
Antonio Chacón. “El señor de la humildad” (1909) con Juan
Gandullas “Habichuela” a la guitarra, Manuel Torre “Hablo con Jesús y le digo”
(1909) también acompañado por el mismo guitarrista gaditano y Niña de los
Peines “Al escucharlo temblé” (1910) con Ramón Montoya.
Antonio Chacón
Manuel Torre
Niña de Los Peines
Soleares:
Siguiendo las precisas indicaciones de D. Luís Soler
Guevara y Ramón Soler Díaz, en su libro "Antonio Mairena en el Mundo de la
Siguiriya y la Soleá" editado por la Fundación Antonio Mairena y la Junta de
Andalucía, hemos de citar las siguientes:
En su estilo primero: Pastora Pavón “Niña de los Peines” (1914)
“Bayetita de la negra” con la guitarra de Luís Molina, Manuel Torre “La fe mía
de bautismo” (1929) con Borrull hijo, Aurelio Sellé “Que la ausencia causa
olvido” (1929) con Ramón Montoya y Tomás Pavón “A mi madre de mi alma”
(1959) con Melchor de Marchena.
Niña de Los Peines
Pastora Pavón, La Niña de Los Peines, a los 20 años (
enlace con información)
Manuel Torre
Aurelio Sellé
Tomás Pavón
En su estilo segundo: Manuel Torre “Mira que cosita más sensible”
(1909) con Juan Gandullas y “Tan pobre era mi pena” (1929) con la guitarra
del “Hijo de Salvador”, Tomás Pavón “Le pido a Dios” (1959) con Melchor de
Marchena y Antonio Mairena “A pasar fatigas dobles” (1959) también con el
mismo guitarrista.
Manuel Torre
Manuel Torre
Tomás Pavón
Tomás Pavón en familia (
enlace con informacion)
Antonio Mairena
En su estilo tercero: Niño de Cabra “Ya sale la Luna llena” (1907) con la
guitarra de Enrique López, Paca Aguilera “Hombre ¿qué quieres de mí?” (1909)
con Ángel de Baeza, Niña de los Peines “Amarillo sale el Sol” (1910) con
Ramón Montoya y Juanito Mojama “Las que en silencio estén” (1929) también
con Ramón Montoya.
Cayetano de Cabra
Pastora Pavón
La Niña de Los Peines
Siguiriyas:
Continuando con el concienzudo trabajo de los Soler,
citamos las siguientes:
En su estilo primero: Antonio Mairena “Y que vergüenza” (1965) con
Melchor de Marchena y Pepe el de la Matrona “Como la tortolita” (1976) con
Félix de Utrera.
Antonio Mairena
Pepe el de la Matrona
En su estilo segundo: Antonio Mairena “Dinero” (1958) con Juan Moreno
y Pepe el de la Matrona “En contra” (1976) con Félix de Utrera.
Antonio Mairena
Pepe el de la Matrona
Pepe el de La Matrona (
enlace con información)
Alegrías:
Niña de los Peines “Le di un duro al barquero” y “Que bien te
pega la gorra” (1913) con Luís Molina y Aurelio Sellé “El agüita no la aminoro”
(1929) con Ramón Montoya. También hay que citar como interesante
grabación la efectuada por Manuel Torre en 1929 titulada “Le di un duro al
barquero” con la guitarra de Borrull hijo.
La Niña de los Peines
Aurelio Sellé
Manuel Torre
Barrio de Santa María (
enlace con información)
Montañesas flamencas: Niño de la Isla “Tengo que subir al Puerto”
(1910) con Ramón Montoya.
(Incluímos esta versión de Carmen de La Jara, con la letra original del Niño de La Isla)
Saeta: Aún cuando tenemos constancia escrita en la prensa de la
época de que las cantó, también es cierto que en su época las cantaban otros
saeteros gaditanos. No obstante la anterior en este apartado, al menos es
citable la interpretada por Antonio Mera “Almendrita” (1968) titulada en los
Archivos de Vergara “Saeta de la Mónica”, grabación en la que tributó honor a
la excelente saetera gaditana llamada Mónica Llamas Rabanal y que recogió
en su cante la verdadera escuela de los saeteros de Cádiz.>>
Almendrita
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con estos cantes y otros muchos ejemplos de otros artistas, especialmente de la malagueña
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A continuación más material sobre Enrique El Mellizo
Y una entrada similar en este blog:
Callejón del Duende
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